El Desclasado
Por: Intilli, Marcelo
En general se cree que un periodista con opinión es libre porque rubrica su artículo con su firma. Y es un grave error que solo puede atribuirse al “desconocimiento”
Los diarios de primera línea que basan su influencia y llegada a los núcleos mayoritarios de un país, cuidan su negocio propagando una ideología arremeten contra todo orden político que se oponga a su trazado ideológico. Para influir y sostenerlos están sus editoriales.
Hay otros periodistas que han superado la inasistencia de la obediencia debida porque ya son asimismo, parte del mismo juego.
Por ellos no sería justo calificar a estos de “conversos”. Son los que siempre han sido, al construir una imagen que los sitúa en el conocimiento y simpatía de quienes se sienten identificados con su tendencia política.
La idea aquí es mostrar una clase de profesionales, que no han tenido otra finalidad que la de explicar su total y absoluta obediencia a las ideas impuestas por los dueños del medio, las cuales difieren con las que exhibieron en otro momento de su profesión. De ahí que no se aun despropósito catalogarlos como “desclasados”, seres gobernados por un deseo desmedido por la auto exposición y su correlato.
El desclasado, la figura del “otro yo”, del “alter ego”, es un recurso que a menudo transita por textos literarios, como en historietas y que se muestra a través de una conciencia con dos morales, que, sin duda es un exceso de juego narrativo, pero no inverosímil. De hecho esta duplicidad en el paisaje interior del ser humano, es una constante y sus zigzagueos innegables
Donado por: Mariana Moyano
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